viernes, 26 de enero de 2007

Disparos de un arte portátil



El teatro de papel (kamishibai: kami papel, shibai teatro) es una de las formas más populares de representación en Japón. Sus orígenes se remontan a la época Edo (siglos XVIII a XIX) y es una forma teatral callejera, que se vale de una caja de madera con puertas, que sirve como escenario para una serie de láminas que se van pasando manualmente a medida que avanza una narración. Por su presencia durante la depresión de los años 30 en el siglo XX y en la posguerra de 1945, el teatro de papel se convirtió en un recuerdo imborrable para niños ávidos de color y belleza en medio de paisajes desolados. El teatrista que llegaba con su bicicleta y los convocaba con palmas o haciendo sonar unas campanitas, mientras disponía el teatro y ofrecía al mismo tiempo golosinas en venta (pues eran los dulces su fuente de ingresos), se convirtió en un valioso agente cultural. En un curioso circuito de intercambios, los narradores solían ser también locutores del cine mudo, y posteriormente los dibujantes de láminas – que eran muchas veces estudiantes de arte - pasaron al mundo del manga en la década del 50, cuando la televisión fue ocupando un lugar central. Considerado una curiosidad del pasado, nuevamente en el siglo XXI se valoran las posibilidades de esta forma teatral: ilustraciones, texto, distintas puestas en escena, disparadas por un arte portátil, ideal ilusionado por tantos artistas.

Amalia Sato